NOTA: En este sitio web llamado HEREDEROS DE DIOS se busca promover la sana doctrina y práctica en las Iglesias Cristianas.
Independencia
Enseñamos que el uso genérico, institucional, ideal o abstracto de la palabra Iglesia en el Nuevo Testamento, especialmente en las Cartas a los Efesios y a los Colosenses, no indican necesariamente la conformación de una “Iglesia Universal”; ya que la mayoría de veces, la palabra Iglesia se usa en el Nuevo Testamento para referirse a una asamblea específica e independiente de creyentes en determinado lugar (Mateo 18:17; Hechos 2:47; 5:11; 8:1,3; 11:22,26; 12:1,5; 13:1; 14:23, 27; 15:3,4,22; 18:22; 20:17,28; Romanos 16:1,5,23; 1 Corintios 1:2; 4:17 -singular en el griego-; 6:4; 11:18,22;14:4-5,12,19,23,28,35; 16:19; 2 Corintios1:1; Filipenses 4:15; Colosenses 4:15-16; 1 Tesalonicenses1:1; 2 Tesalonicenses 1;1; 1 Timoteo 3:5; 5:16; Filemón 2; Hebreos 2:12; Santiago 5:14; 3 Juan 6, 9,10; Apocalipsis 2:1, 8,12,18; 3:1,7,14); y las demás veces, es usada en plural para designar una grupo de Iglesias locales específicas (Hechos 9:31; 15:41; 16:5; Romanos 16:4,16; 1 Corintios 7:17; 11:16; 14:33-34; 16:1,19; 2 Corintios 8:1,18-19,23-24; 11:8,28; 12:13; Gálatas 1:2,22; 1 Tesalonicenses 2:14; 2 Tesalonicenses 1:4; Apocalipsis 1:4,11,20; 2:7,11,17,23,29; 3:6,13,22; 22:16).
Por consiguiente, sin desconocer que al empezar su vida cristiana un nacido de nuevo (Juan 3:3-8), que ha creído en Cristo y hace parte de el Reino de Dios, aún no pertenece oficialmente a una Iglesia local; Enseñamos que el valor conferido por el Nuevo Testamento a la iglesia local independiente, como portadora del evangelio y edificadora de los Hijos de Dios, nunca debe ser trasladado a una “Iglesia universal o invisible”, o a un grupo o asociación de Iglesias, o a una denominación eclesiástica conformada por varias congregaciones y regida por una jerarquía determinada; para que así, cada Iglesia pueda gobernarse a sí misma con real autonomía y libertad.
Enseñamos que es escritural que las iglesias verdaderas cooperen entre ellas para la mutua edificación, y la presentación y propagación de la fe. No obstante, cada iglesia local, a través de sus ancianos y su interpretación y aplicación de
Gobierno
Enseñamos que la autoridad suprema de la iglesia es Cristo (1 Corintios 11:3; Efesios 1:22; Colosenses 1:18) y que el liderazgo, dones, orden, disciplina, y adoración son determinados por medio de su soberanía, tal como se encuentra en las Escrituras. Las personas bíblicamente designadas, sirviendo bajo Cristo y sobre la asamblea, son los ancianos (también llamados obispos, pastores, y pastores-maestros; Hechos 20:28; Efesios 4:11); y quienes apoyan a los pastores en los servicios generales en la congregación, son los diáconos. Tanto ancianos como diáconos deben de cumplir con los requisitos bíblicos (1 Timoteo 3:1-13; Tito 1:5-9; 1 Pedro 5:1-5).
Enseñamos que los Ancianos guían o gobiernan como siervos de Cristo (1 Timoteo 5:17-22) y que tienen su autoridad al dirigir la iglesia conforme al parámetro bíblico de sacerdocio común para todos los creyentes (1 Pedro 2:9), vinculando hasta donde sea posible a la congregación a través de la cual Dios certificó su ministerio, en sus determinaciones sobre los asuntos de membresía, disciplina, benevolencia, y gobierno (Mateo 18:17; 20:25-28; Hechos 1:15-26; 6:1-6; 15:19-31; 20:28; 1 Corintios 5:1-5; 12-13; 1 Pedro 5:1-4); y por ello la congregación debe someterse a su liderazgo (Hebreos 13:7, 17). Además, se entiende que una Iglesia naciente no constituirá una pluralidad de pastores sino hasta que haya hombres que cumplan con los requisitos bíblicos (Tito 1:5-9), y que en casos extremos, donde todos los ancianos incurran en faltas graves, la membresía de
Función
Enseñamos que el propósito de la iglesia es glorificar a Dios (Efesios 3:21) al edificarse a sí misma en la fe (Efesios 4:13-16), al ser instruida en
Enseñamos que el llamado para todos los santos es a la obra del servicio a Dios a través de
Enseñamos la necesidad de que la iglesia coopere con Dios conforme El lleva a cabo sus propósitos en el mundo. Para ese fin, El da a la iglesia dones espirituales. En primer lugar, El da hombres escogidos con el propósito de equipar a los santos para la obra del ministerio (Efesios 4:7-12), y El también da capacidades únicas y especiales a cada miembro del Cuerpo de Cristo (Romanos 12:5-8; 1 Corintios 12:4-31; 1 Pedro 4:10-11).
Ordenanzas
Enseñamos que a la iglesia local se le han dado dos ordenanzas: El Bautismo y
I. Bautismo
Enseñamos que el bautismo Cristiano por inmersión (Hechos 8:36-39) es el testimonio solemne y hermoso de un creyente mostrando su fe en el Salvador crucificado, sepultado, y resucitado, y su unión con El en su muerte al pecado y resurrección a una nueva vida (Romanos 6:1-11); También es una señal de comunión e identificación con
Enseñamos que por la simbología misma del bautismo Cristiano, la cual apunta a
Enseñamos que, de acuerdo a una correcta interpretación del Bautismo Cristiano según el Nuevo Testamento (Hechos 8:12,36; 1 Pedro 3:21), es incorrecto enseñar que una persona se salva por medio de la ceremonia bautismal -Regeneración bautismal-; o que un verdadero creyente puede vivir resistiéndose voluntaria, permanente y definitivamente a
II.
Enseñamos que
Enseñamos también, que los elementos de
Enseñamos que la cena debe ser tomada por aquellos que están plenamente identificados como miembros el cuerpo de Cristo, Creyentes bautizados y activos en