VOZ DE
Gen 4:10 Y él le dijo: ¿Qué has hecho?
PREDICADOR: Yorley Parra
E-mail: yorleyparra@gmail.com
LUGAR: IGLESIA HEREDEROS DE DIOS
FECHA: 10 de Octubre del 2010
I. INTRODUCCIÓN
1. La cultura popular, representando el pensamiento colectivo, manifiesta hoy, como siempre lo ha hecho, el valor de la sangre como fiel representante de la vida. Frases como “su sangre aunque plebeya, también tiñe de rojo” o “ama tu sangre y no la riegues por hay” demuestran esto.
2. El primer derramamiento de sangre humana, da testimonio de cómo la profundidad del pecado es mayor en la medida en que se atenta contra la vida, tal como terminó haciéndolo Caín contra quién descendía de la misma sangre que él (Hechos 17:26).
· Caín no se dejó convencer de Dios a no pecar, mientras Adán tuvo que ser convencido por el diablo a través de Eva para hacerlo. (Génesis 4:6-8)
· Caín mintió, contestando con burla sobre su pecado; mientras que Adán admitió el hecho, a pesar de culpar a Eva. (Génesis 4:9)
· Caín protestó por su castigo y fue enviado más lejos que Adán; mientras que Adán aceptó silenciosamente su juicio. (Génesis 4:11-16)
II. AFIRMACIÓN CENTRAL
Quién manifieste haber sido lavado de su pecado por
III. BOSQUEJO. La sangre derramada clama al Señor desde la tierra porque:
A.
Gen 9:4 Pero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis.
1. Los animales, también fueron advertidos en contra del asesinato a seres humanos, en el pacto de Dios con Noé (Génesis.9:5)
2. Los animales se beneficiaron en el pacto de Dios con Noé (Génesis9:10).
Esto demuestra el valor dado por Dios a todas sus criaturas.
B.
1. Se le cubre al hombre con el producto de la muerte de un animal (Génesis 3:21)
2. Se le sustenta al hombre con el producto de la muerte de un animal
Esto demuestra la dignificación que Dios dio al hombre por sobre todas las criaturas.
C.
1. Dios mismo, en la persona de Jesucristo, se hizo hombre. (Hebreos 2:14; Juan 1:14; 1 Juan 4:2)
2. Dios mismo, en la persona de Jesucristo, pago por los pecados de quién no considera su vida, o la de otro ser, como superior a la de el Salvador; y le sirve al Señor incondicionalmente. (Hebreos 12:24; 10:29; Hechos 20:28)
3. Dios mismo, en la persona de Jesucristo, reconcilia con él a quién le cree; y le limpia de su pecado, por el poder de su vida (Colosenses 1:20, Hebreos 9.13-14)
IV. CONCLUSIÓN
Si la vida está simbolizada en la sangre; la sangre más importante, la que tienen mejor y mayor voz, no es la de hombres o animales, sino la de aquel que me da vida por su sacrificio: Cristo; al cual debo dar mi vida, ya que él la dio por mí.